21 marzo, 2010

La creación: Crisis financiera V


El quinto día. Las propuestas. Ante la situación tan apremiante del sistema económico, los líderes políticos del G20 se apresuran a realizar connotadas cumbres en las que se promueve una mayor regulación sobre el sistema financiero de los países desarrollados para intentar prevenir otro colapso futuro.

Entre los planes más comentados están la creación de una organización global, similar a la Organización Mundial de Comercio, que vele por la correcta dirección del sector, con el fin de evitar abusos.

Una de las medidas estrella es la implementación de reglas de conducta para los directivos de bancos privados. Además de la limitación de sus salarios, bonos de estímulo o regalías al hacer crecer el valor de las acciones de la empresa.

Se priva la sensatez financiera, sobre la especulación de arriesgados instrumentos financieros. Todo indicaba que el cambio hacia una época de mayor regulación financiera era inevitable.

20 marzo, 2010

La creación: Crisis financiera IV


El cuarto día. La intervención. En uno de los mayores actos de ironía histórica, los principales países defensores y promotores de las ideologías liberales comienzan a implementar medidas de intervención estatal para tratar de contener la catástrofe. Aunque antes se hace un recorte de los tipos de interés, tratando de estimular la actividad.

Al no funcionar se recurre a medios más drásticas como la nacionalización de algunos bancos mediante la inyección de millones de dólares y euros. Otra de las soluciones gubernamentales, en Europa, ha sido garantizar los depósitos de los clientes. En Londres, el Gobierno se ve obligado a acudir al rescate de varias entidades para evitar su colapso. Washington también debe salvar algunas instituciones.

Desde el sector político, se autoriza a la creación de grandes paquetes de rescate multimillonarios con la intensión de dar confianza al sistema financiero.

Además para evitar las críticas a sus políticas keynesianas, principalmente de los sectores conservadores, los gobiernos se apresuran a informar de que sus acciones son de respaldo y que la dirección de los grandes bancos sigue en manos civiles.

En un afán regulatorio, exigido por la opinión pública, la Reserva Federal de Estados Unidos avala la conversión de los dos últimos bancos de inversión independientes que quedaban, Goldman Sachs y Morgan Stanley, para transformarlos en instituciones comerciales y así ejercer un mayor control.

19 marzo, 2010

La creación: Crisis financiera III


El tercer día. Las repercusiones. Take the money and run, título de una de las películas más famosas de Woody Allen, resume de manera ejemplar la situación que pasaron muchísimos clientes de entidades bancarias.

La incertidumbre campaba sobre el futuro de su dinero o su pensión. Intentar sacar el dinero era imposible, algunos bancos impusieron limitaciones a los retiros de efectivo para detener la sangría. También buscaron, de forma desesperada, hacer una ampliación de capital, pero los huecos por tapar eran grandes.

La pregunta inevitable era ¿cómo sucedió esto? Nadie se explicaba como el motor financiero del mundo se tambaleaba. Los sectores más críticos exigían respuestas y culpables. Los años de auge llegaban a su fin junto a la ganancia fácil. La década de políticas desreguladoras, de corte liberal, pasaban una costosa factura.

Cuando los grandes empiezan a anunciar resultados negativos, la histeria se apodera de las bolsas de valores. Muchas firmas empiezan a huir de las hipotecas basura, pero su contagio era inevitable.

Los valores de muchas empresas sucumben. El primero en caer es el banco de inversión Bears Stearns, que fue adquirido por JP Morgan, con el respaldo de capital de la FED. Posteriormente, una de las entidades más reconocidas a nivel global Lehman Brothers se declara en bancarrota abrumado por las grandes pérdidas y es adquirido, parcialmente, por el banco y aseguradora financiera londinense Barclays.

El principal banco alemán, Deutsche Bank, sufre también pérdidas sustanciales en uno de sus fondos vinculados a la financiación inmobiliaria. Además, BNP Paribas, suspende tres fondos por falta de liquidez.


Al ser los bancos los principales afectados, el contagio empieza a extenderse al resto de la economía. Muchas empresas del sector primario, el secundario y el de servicios quiebran al no obtener los créditos necesarios para pagar a sus trabajadores y a sus proveedores. La indusria automotriz, una de las más golpeadas, ve caer sus ventas drásticamente e inicia los recortes de empleados.

Las compañías dejan de invertir, por falta de financiación, y las personas disminuyen su consumo. La economía a pie de calle prácticamente se paraliza. Esto genera en muchos países la deflación.